Un Sant Jordi radiante, como bien merecían todos los libros y las rosas, hizo que cientos de miles de personas disfrutaran paseando entre los tenderetes situados en las ramblas de casi todos los pueblos de Catalunya.
Y como no podía ser menos, Marcombo y Llibrería Hispano Americana tuvieron sus dos puestos habituales, uno frente a la Librería, en plena Gran Via junto a la plaça Universitat, y el otro en la rambla de Catalunya.
Riadas de gente solitaria a la búsqueda del libro deseado por un amigo, una pareja, un familiar, de parejas, la mayor parte de ellas llevando cuidadosamente la rosa recibida, familias con hijos pequeños que comprobaban como, a su alrededor, se reflejaba la magia que tiene la Diada de Sant Jordi.
Un día muy, muy especial que se saldó con un éxito para los profesionales del libro y con una sonrisa de satisfacción en la cara de todos los que lo compartieron.
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